Edificio Carrión
«Solía jugar a dar la espalda a aquella fachada.
Se giraba para mirarla y volvía a darle la espalda.
Y, al volver a girarse, lo hacía con la sonrisa porque siempre descubría algo nuevo.
Que por algo el Carrión era un icono.»
«Solía jugar a dar la espalda a aquella fachada.
Se giraba para mirarla y volvía a darle la espalda.
Y, al volver a girarse, lo hacía con la sonrisa porque siempre descubría algo nuevo.
Que por algo el Carrión era un icono.»